Los múltiples caminos abiertos por las nuevas tecnologías, no sólo le han aportado al hombre diversas posibilidades para interactuar en el mundo de la vida sino que también, le han permitido acceder y vincularse a espacios más dinámicos y virtuales, donde día a día nuevos códigos se articulan para generar redes ilimitadas de significación e interpretación, en las cuales el ser mismo coexiste como una parte más del sistema tecnológico.
El Hipertexto y la Hipermedia se constituyen en parte de esta oferta tecnológica y como complemento de ese gran campo de posibilidades informáticas y comunicativas, conjugan el juego de sentidos y lógicas que nos permiten asir al mismo tiempo textos, imágenes, sonidos y conceptos para simbolizar y redimensionar nuevos significados en un tiempo y un espacio específicos.
Esta particular forma de construir el texto a partir de la no secuencialidad, igualmente deja abiertas las posibilidades para ejecutar una lectura no lineal, soslayando las limitaciones impuestas por los sistemas tradicionales de lectura y escritura, basados en nociones como centro, margen, jerarquía y linealidad, porque es esencialmente la condición de "movilidad" la que permite al hipertexto crear continuamente cadenas o recorridos en una textualidad abierta, eternamente inacabada.
Según Pisticelli los sistemas de información preexistentes a la lectura y a la escritura electrónica se reducían a la manipulación de textos de tal manera que "recuperaban la información pero no ayudaban a su análisis o interpretación, trataban lo almacenado como bits, no como unidades de sentido" (3)
En oposición a esto, la nueva propuesta hipertextual articula una forma de representación textual compuesta por secuencias de interrelaciones que entretejen una gran red de contenidos en la cual se modifica y estructura una nueva forma de percepción, eliminando, como lo plantea Piscitelli las distinciones entre lo que se ve y lo que se lee, lo observado y lo relatado, entre el objeto descrito y la narración que lo describe.
Hoy es claro que los computadores y las redes digitales amplían la capacidad de acceso a la información y, en consecuencia, se dispone de un volumen cada vez mayor de conocimientos constructivos, no obstante la oralidad y la escritura no se agotan con la oferta informática.
"En este texto ideal(hipertexto), abundan las redes que actúan entre sí sin que ninguna pueda imponerse a las demás; este texto es una galaxia de significantes y no una estructura de significados; no tiene principio, pero sí diversas vías de acceso, sin que ninguna de ellas pueda calificarse de principal; los códigos que moviliza se extienden hasta donde alcance la vista; son indeterminables…; los sistemas de significados pueden imponerse a este texto absolutamente plural, pero su número nunca está limitado, ya que está basado en la infinidad del lenguaje"
Roland Barthes da una noción muy significativa del hipertexto, que pone de manifiesto las múltiples posibilidades que el usuario tiene tanto para seguir una secuencia planeada o líneas de estructura predefinidas, como para crear, a partir de un mapa conceptual, una nueva dimensión textual, inventando, complementando o rehaciendo un texto cualquiera, colocado en este sistema.
Blog Gladys Hernández
Hace 7 años
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